Los 34 microsegundos de Papa Noel

Se llama Papá Noel, Santa Claus, Julemanden o San Nicolás, pero este personaje de barba blanca, traje rojo y aspecto de gordo anciano bonachón es conocido por todos los niños del mundo. Sin embargo, muy pocos tendrán la oportunidad de verlo trabajar esta noche porque en Nochebuena siempre está muy ocupado.

Y es que si Papá Noel tiene que entregar los regalos de navidad a los niños de todo el mundo, dispone de sólo 34 microsegundos (la millonésima parte de un segundo) para cada uno. Por lo menos así lo han calculado los ingenieros de la empresa sueca Sweco que, tras un laborioso estudio sobre el misterioso método de trabajo de este personaje, han llegado a la conclusión de que su trineo deberá mantener una velocidad media de 5.800 kilómetros por hora para conseguirlo.

Viajar en contra de la rotación de la Tierra.

Los cálculos se basan en que existen 2.500 millones de hogares en el mundo y que la distancia entre cada casa no supera los 20 metros. Aun así han querido dar a Papá Noel una ventaja y, en vez de partir de su casa en el Polo Norte, han permitido que arranque desde su almacén en Kirguistán, en Asia central. Y si Santa Claus comienza aquí su recorrido y Rudolf, el reno de hocico rojo, ha aprendido bien el camino ayudado con el GPS, deberá viajar en contra de la rotación de la Tierra a la velocidad adecuada. De esta manera, y teniendo en cuenta todas las constantes conocidas, conseguiría disponer de 48 horas sin sobrepasar la fecha del 24 de Diciembre.

El resultado de los cálculos es que Papa Noel dispone de sólo 34 microsegundos para visitar cada casa. Durante este minúsculo espacio de tiempo tiene que bajarse del trineo, coger lo regalos, subir al tejado, entrar por la chimenea y dejarlos al pie del árbol de Navidad. Y todo ello sólo sería posible si entre cada visita mantiene la velocidad media de 5.800 kilómetros por hora. Tal vez sea ésta la explicación natural de por qué nunca hemos podido ver a Santa Claus ya que ha pasado por nuestra casa como una exhalación.

Sin embargo, no todos están de acuerdo en que Papá Noel vaya a esta velocidad, aunque en el aire todavía no han puesto los radares de control. Pero es que 7,87 kilómetros por segundo, cargado con todos los regalos, harían que el trineo, los renos y hasta el propio Santa Claus ardieran en menos que canta un gallo. Por tanto, los expertos también han pensado que a lo mejor es que el trineo está dotado de placas protectoras contra el calor, de la misma manera que se hace con las naves espaciales. Pero esto no encaja en los cálculos de los científicos porque supondría un peso extra y un esfuerzo excesivo para los renos.

Solo y sin ayudantes

Otros expertos contemplan la posibilidad de que Santa Claus tenga delegados en cada país para que le ayuden con el reparto. En España están los Reyes Magos, pero sus majestades son autónomos y además no llegan hasta el 6 de enero. Así que el tema de los ayudantes también ha sido descartado y, de momento, todos se han puesto a revisar sus cálculos de resistencia de materiales porque aquí es donde dicen que está el secreto. Ho, ho, ho. ¡Feliz Navidad!