¿¿somos criaturas de costumbres??


Un estudio llevado a cabo en 100.000 teléfonos móviles de toda Europa demuestra que somos animales de costumbres, a pesar de que tratemos de evidenciar lo contrario.


El estudio sugiere que la mayoría de la gente puede ser encontrada en unas pocas localizaciones, generalmente no muy lejos de casa. Con la rutina de nuestra vida diaria es lo lógico, por algo nos gustan tanto las escapadas esporádicas.

“Somos muy regulares, porque volvemos siempre a los mismos sitios, como el hogar o el trabajo”, dice uno de los investigadores.

Esto puede parecer muy obvio, pero los investigadores dicen que su trabajo podría abrir nuevas fronteras en planificación urbana. Los datos se obtuvieron de una compañía europea de telefonía móvil que por contrato impide a los investigadores publicar el país en el que actúa. Se siguieron los datos de 100.000 teléfonos entre 6 millones de personas durante seis meses. La localización de cada sujeto era revelada cada vez que hacía o recibía una llamada o mensaje, ya que la compañía registraba la torre telefónica más cercana y la hora a la que se realizaba la conexión. Como las llamadas y mensajes eran muy esporádicos, los investigadores recopilaban con otro sistema de datos las localizaciones de 206 usuarios cada dos horas. Ambos estudios fueron muy similares.

Total, que se ha descubierto que el ser humano no se mueve mucho, si bien los usuarios que se desplazaron más de 1.000 kilómetros no se incluyeron en el estudio. Se eligió la telefonía móvil para realizar el estudio porque es mucho más fiable que el dinero o las tarjetas de crédito.

La parte negativa del estudio consiste en la falta de privacidad de los usuarios, aun cuando se ha guardado su anonimato, lo que lo convierte en un estudio problemático. “Provoca preguntas sobre la protección de la privacidad en espacios físicos cuando el dispositivo consigue capturar la localización de cada uno”, dice Marc Rotenberg, del Centro de Privacidad Electrónica de Washington. Arthur Caplan, director del Centro de Bioética, va más allá: “los investigadores tienen libertad para observar a la gente en lugares públicos sin su permiso, pero el teléfono móvil no es algo que considere una entidad pública.”

Imagen: Flickr.com

Fuente: NYTimes.com