1. Si te agregan, es porque se acuerdan de ti. Y si se acuerdan de ti, es porque o la liaste mucho o eras un empollón de dimensiones épicas

Sea lo que sea, te enorgullece: Has dejado huella.
2. Te das cuenta de que no son sólo profes, sino de que tienen vida

Salen de fiesta, tienen un grupo de rock o peor: son fans de “culos de chicas en leggins” o de “tetas de pico”.
3. Publican sus ideas políticas o las cosas que odian

Y empiezas a entender muuuchas cosas
4. Te empieza a dar vergüenza publicar según qué y comienzas a mirar muy bien no hacer faltas de ortografía en tus posts

A ver, que se note que has aprendido algo y que eres persona de bien
5. Ahora ves muy claramente quién era un lameculos

Ah, así que ahí está ese compañero de clase poniéndole “qué genial eran las clases contigo” y “cuánto nos enseñaste” en cada foto o estado que pone. ¡Lo sabías!
6. Pánico: debate con tus amigos cuando pones un enlace o un post con un tema espinoso

Es un profe: tiene las de ganar.
7. Empiezas a ver con qué profes hacía piña y con quién no

Se comentan fotitos, se comparten estados, ¡dan mucha más información de lo que creen!
8. Si tienes a uno... Tendrás a más

Son como las cucarachas: donde hay uno hay más y piensan enviarte una solicitud de amistad, porque les encanta ver cómo evolucionan unos y otros para ver qué tan bien (o tan mal) hicieron su trabajo al educarte.
9. Pero, lo más importante...

Es que si los tienes sean EXPROFESORES tuyos, no profesores que te están dando clase. Porque, si es así... ¡Entonces sí que estás perdido!
Y tú, ¿tienes a algún profe en Facebook?
Gracias.